
Nueva audiencia, misma postura
El expresidente Pedro Castillo volvió a protagonizar un tenso momento durante una de sus recientes audiencias judiciales. Desde su posición como acusado, el exmandatario mantuvo su discurso desafiante y reiteró su rechazo al proceso legal que enfrenta. En esta ocasión, se autodenominó nuevamente como un “presidente secuestrado”, argumentando que fue víctima de una supuesta conspiración política que lo apartó del poder.
Este tipo de declaraciones ha sido una constante desde que Castillo fue detenido en diciembre de 2022 tras intentar disolver inconstitucionalmente el Congreso. A pesar del avance de las investigaciones y las resoluciones judiciales en su contra, el exmandatario insiste en desconocer la legitimidad del sistema de justicia que lo procesa.
Interpelación directa a los magistrados
Durante la audiencia, Castillo no solo negó los cargos imputados, sino que también se dirigió directamente a los jueces que integran el tribunal, invitándolos a “recorrer el país” para que, según él, puedan ver “la verdadera realidad del pueblo”. La frase fue interpretada por algunos como un intento de politizar el proceso judicial y apelar a una narrativa populista, buscando simpatía pública más allá del estricto ámbito legal.
Estas intervenciones han sido frecuentes en las audiencias del exmandatario, quien ha optado por un discurso político y victimista como principal estrategia de defensa, en lugar de confrontar las pruebas presentadas por el Ministerio Público.
Proceso judicial en curso por rebelión y corrupción
Pedro Castillo enfrenta diversos procesos penales. Entre ellos, el más relevante es la acusación por rebelión y conspiración, a raíz del intento de golpe de Estado que protagonizó al anunciar la disolución del Congreso y la reorganización del sistema judicial. Además, está implicado en una serie de investigaciones por presuntos actos de corrupción cometidos durante su gobierno, como direccionamiento de obras públicas y tráfico de influencias en su entorno más cercano.
El avance de estos casos ha sido lento pero constante. A pesar de los intentos de Castillo por deslegitimar el proceso, el Poder Judicial continúa desarrollando las etapas correspondientes, enmarcadas en los principios del debido proceso y la independencia judicial.
Un discurso que divide a la opinión pública
Las declaraciones de Castillo siguen polarizando a la ciudadanía. Mientras sus simpatizantes lo consideran un perseguido político, amplios sectores lo responsabilizan por una serie de decisiones erráticas, crisis institucionales y un intento fallido de quebrar el orden democrático. Su estilo confrontacional en las audiencias contribuye a mantener vigente una narrativa de victimización que le permite conservar cierto respaldo popular en zonas del interior del país, aunque sin mayor impacto jurídico.