
Hecho reciente
En un operativo llevado a cabo en el distrito limeño de Comas, agentes de la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac) detuvieron al comandante en retiro de la Policía Nacional del Perú, Raúl Prado Ravines, quien se encontraba prófugo de la justicia tras ser sentenciado por crímenes de extrema gravedad.
Condición legal y antecedentes
Raúl Prado Ravines había sido condenado a 36 años de prisión por su papel como cabecilla del denominado «Escuadrón de la Muerte», un grupo irregular compuesto por agentes policiales implicados en ejecuciones extrajudiciales cometidas entre los años 2012 y 2015. Las investigaciones judiciales determinaron que este grupo simulaba enfrentamientos con presuntos delincuentes con el objetivo de mostrar resultados positivos en la lucha contra la inseguridad ciudadana, utilizando métodos completamente ilegales y violentos.
Operativo de captura
La intervención fue ejecutada sin incidentes en una vivienda ubicada en Comas, gracias a labores de inteligencia desarrolladas por la Diviac. Tras su ubicación y captura, Prado Ravines fue puesto a disposición de las autoridades judiciales para el inicio del cumplimiento efectivo de su condena.
Implicancias para la seguridad y la institucionalidad
El caso Prado Ravines representa uno de los episodios más controvertidos dentro de la historia reciente de la Policía Nacional del Perú, pues expone una grave desviación del deber institucional. Las ejecuciones extrajudiciales, lejos de fortalecer la lucha contra el crimen, comprometen la legalidad, los derechos humanos y la confianza de la ciudadanía en las instituciones.
Este acontecimiento reafirma la importancia de mantener una vigilancia constante sobre los actos de autoridad y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control interno y externo en las fuerzas del orden, asegurando que el combate contra la delincuencia se realice dentro del marco del respeto a la ley y los derechos fundamentales.