
Un macabro crimen ocurrido hace casi veinte años en Georgia, Estados Unidos, ha sido finalmente resuelto con la captura de Jon Worrell, quien asesinó a su esposa Doris Worrell para escapar con la niñera de 18 años que trabajaba para su familia. Tras el homicidio, Worrell y la joven huyeron a Costa Rica, donde vivieron durante años junto a los hijos del matrimonio.
En un inicio, la muerte de Doris fue presentada como el resultado de un intento de robo en un parque deportivo que ambos gestionaban. Sin embargo, las investigaciones posteriores evidenciaron un caso de violencia doméstica, infidelidad y un crimen premeditado. Worrell habría planeado el asesinato para evitar un divorcio que lo privaría de la custodia de sus hijos.
Tras el asesinato, Jon Worrell se refugió en Florida y posteriormente en Costa Rica, donde se reencontró con Paola Yarberry, la joven niñera. Durante años lograron evadir a las autoridades estadounidenses, criando juntos a los hijos de Doris. La investigación se complicó debido a la evasión prolongada y al silencio inicial de Yarberry, quien incluso fue deportada por negarse a colaborar.
El caso dio un giro cuando la relación entre Worrell y Yarberry se deterioró, y ella decidió colaborar con las autoridades. Gracias a su testimonio, Jon Worrell fue arrestado en Missouri. Ahora enfrenta cargos por asesinato con malicia, asesinato en primer grado, conspiración y agresión agravada.