
Cada vez más estudios científicos confirman que el ejercicio físico no solo es beneficioso para la salud en general, sino que también ayuda a mejorar la atención y el autocontrol en niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Así lo explicó el doctor Elmer Huerta.
El especialista recordó que, a diferencia de lo que se pensaba antes, pedirle a un niño con TDAH que permanezca quieto para poder concentrarse podría no ser la mejor estrategia. Por el contrario, permitirles moverse y realizar actividad física diaria puede ayudarlos a enfocar mejor su atención, reducir la impulsividad y ordenar sus ideas.
Diversos estudios han demostrado que el ejercicio actúa como una herramienta eficaz para favorecer la concentración, mejorar la motivación, aumentar la autoestima y aliviar tensiones emocionales en estos menores.
El doctor Huerta subrayó además que las clases de educación física no deberían considerarse como simples momentos recreativos, sino como espacios estratégicos y estructurados que pueden contribuir al bienestar integral de todos los escolares, especialmente de aquellos con TDAH.